lunes, 11 de junio de 2012

Inocencia



Mi novia me dijo que era más inocente que el asa de un cubo. Decidí comprobar esa afirmación. Quité el asa del cubo de fregar y traté de estrangular con ella a mi vecino. El asa de plástico se partió al apretarla contra su nuez. Tuve que salir corriendo escaleras arriba. Mi vecino me alcanzó en el rellano del tercero. Me clavó en la pantorrilla un trozo del asa rota. Al final conseguí encerrarme en casa, pero tuve que salir cuando llegó la policía. Por la noche en el hospital, mi novia me dijo que era más simple que el mecanismo de un chupete.